lunes, octubre 23

"Little people", un micromundo paralelo en Londres



Little People es una muestra clara de una fórmula ideal surgida con la web 2.0 : el formato blog combina sin duda a la perfección con ciertas prácticas artísticas efímeras desarrolladas en el espacio público.

Little People muestra una coleccion de figurillas diminutas, de unos 5 milímetros de altura pintadas a mano, caracterizadas y abandonadas en las calles de Londres. El proyecto, aún en pleno desarrollo -se inició en agosto- al parecer está causando furor o al menos eso es lo que parece viendo algunos titulares de la prensa londinense, o leyendo los comentarios del propio blog.

Lo que mas nos gusta, a parte del vértigo que ejercen las propias figurillas exquisitamente colocadas, de las fotos cuidadosamente compuestas, y del placer narrativo de imaginar todos estos personajes abandonados a su suerte en el flujo de la gran ciudad, es la simple y efectiva literalidad del proyecto, que reproduce al pie de la letra esa idea recurrente en el arte de crear micromundos paralelos a modo de agujeros en el trance consensual.

http://little-people.blogspot.com/

3 Comments:

Blogger Irene Leon said...

Me encanta la idea...
Me recuerda a Chris sickels, por el tema de las maquetas en miniatura, pero con el rollo ese de "vamos a contar cuentos en la calle" para todo el mundo. Esto sinceramente, me parece poesia!!...aunque solo, para lo q esten muy presentes...observando,....

3:12 p. m.  
Blogger el espejo said...

muy muy muy guapo.

la verdad que eso hace que te detengas en las pequeñas cosas. no tanto en ampliar el campo de accion, sino el de reducirlo.

fantastico.

3:56 a. m.  
Blogger adrián alemán said...

El título de este proyecto “Little People” rescató de mi recuerdo algunas piezas del escultor Charles Simonds. En los años ochenta tenia algunas obras desperdigadas por Nueva York, recuerdo una en un hueco en las escaleras del Whitney Museo, un pequeño poblado de aspecto “étnico”, como una civilización paralela que ocupaba un espacio ínfimo. Recuerdo una que me gustó en aquél momento porque estaba construida en el hueco de un muro en el lower east side, era un poblado abandonado, deshabitado, perdido en medio de millones de personas, en el centro del imperio.

Esta nueva edición de los “Little People” (que ya no es de Charles Simonds) retoma la idea pero con un carácter bien distinto. Son ahora pequeños cuerpos los que habitan el espacio público. Es el mismo espacio para todos, ocupado de manera diferente, aprovechado, escudriñado, transformado desde la escala. Lo que más me interesa, (sobre todo porque creo que resalta las diferencias entre la producción de arte actual con la de los años ochenta) es la desvinculación absoluta del proyecto reciente de los “Little People”, de los dispositivos propios del arte moderno. La relación de la obra Simonds con el museo, la concepción de sus piezas como maquetas, fragmentos de civilizaciones, que tenia en la galería su lugar natural, limitaba la experiencia de su proyecto. Emplazar algunas de sus creaciones en el espacio público puede ser considerado como mera anécdota, marketing con el que dotar de cierto sentido a su producción de objetos de consumo. La idea se desnaturalizaba al tener que construir secciones de territorio para instalarlas en los museos a modo de esculturas. Su producción no lograba desligarse de la idea de prototipo, de maqueta, limitando la experiencia a una mera ilustración tridimensional, que sólo cuando era insertado en el espacio urbano adquiría algún sentido.

Resulta muy divertido comprobar como ahora precisamente esas figuritas fabricadas para habitar en maquetas, pierden por completo esta condición y se convierten en auténticos sujetos narrativos disueltos en el espacio público, y espiados en sus situaciones por un dispositivo que los dota de sentido. Es ahora cuando ese sentido circula sin pervertirse en las condiciones que propone el museo y la galería.

Esta relación entre proyectos creo que ayuda a comprender claramente, casi de manera literal, algo de lo que se habla mucho. Sobre esto Brian Holme comenta:
“creo que la práctica de la instalación en un museo es una mera formación de compromiso: los objetos que se contemplan o son modelos miniaturizados de interacciones posibles, o son restos de experimentaciones pasadas. ¿Por qué realizar esta miniatura, esta posibilidad congelada, de una manera totalmente controlada dentro de un museo, cuando uno puede introducirse en una experiencia real dentro de una enorme variedad de contextos urbanos?… La mayoría de los museos de arte contemporáneo están construídos en torno a este tipo de modelo miniaturizado y neutralizado. Cultura indoors.

Un papel mucho más interesante para el museo sería el del archivo, orientandose a documentar las experiencias asimismo de una forma experimental, de tal manera que el experimento no se objetualiza sino que se deja en una situación en la que puede ser reconstruido, reactivado por cualquiera que esté interesado en ello.

Otro aspecto muy interesante de lo que puede hacer un museo hoy en día es el momento del debate, en el que se discuten acciones pretéritas para averiguar algunos de los elementos que todavía pueden ser reactualizados. Creo que ese es el papel del museo contemporáneo, acoger debates y producir archivos. En cualquier caso, es el tipo de producción cultural que me interesa. No es una producción cultural que alimente la función turística que se supone que el museo debe cumplir.



Como no me deja meter una etiqueta si quieren conocer la obra de Simonds copien y peguen la dirección de una imagen.

http://art.nmu.edu/larson/isit/ladder/simnds.jpg

10:38 a. m.  

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